Recientemente comprendí algunos conceptos sobre las etapas por las cuales pasamos hasta nuestro despertar de consciencia y quiero compartirlo contigo.
Desde que nacemos y, por un periodo bastante largo permanecemos en un estado de dependencia total donde nuestras únicas necesidades son procurarnos lo necesario para subsistir; nuestra prioridad es la sobrevivencia y somos totalmente dependientes. Pedimos y pedimos… somos necesitados y buscamos satisfacer nuestros antojos básicos y todo aquello que nos llene la sensación de vacío momentáneo con berrinches o exigencias. Estas son las características de la etapa infantil.
Luego entramos en una segunda etapa que es la adolescencia, esta está caracterizada por la rebeldía, donde cuestionamos todo y probamos lo nuevo. En esta etapa podemos incluso ser bastante destructivos en nuestro afán de encontrar un camino personal, es allí cuando tratamos de separarnos de nuestros padres, diferenciándonos de ellos, oponiéndonos, y buscando afirmarnos como individuos separados. En este estado lo que hacemos es rechazar, criticar, desdeñar sin ofrecer alternativas. En esta etapa algunos prueban las drogas, otros conocen el sexo y la promiscuidad desenfrenada, se tatúan o incursionan en cualquier actividad vetada en el hogar, etc. Es la fase de la oposición, se desliga de lo conocido sin aportar alternativas. El mundo es visto desde la perspectiva de la aprobación de uno mismo diferenciándonos del resto, y solo nos interesa aquello donde nos sentimos aceptados buscando pertenecer.
El siguiente ciclo es el del adulto egoísta donde nuestro afán se centra en acumular, ser el mejor, el más hábil, competir con el otro, tener más, diferenciarnos en cuanto a nuestras posiciones y nuestros intereses giran únicamente en torno a nuestro bienestar sin importar ir en detrimento del otro. En este estado nuestro único propósito se centra en nosotros, somos el centro del universo, y defendemos aquello que sentimos nuestro con pasión y tenacidad, se nos dificulta compartir y lo mostramos en nuestra carrera profesional, en nuestras relaciones, nuestro trabajo y nuestros bienes materiales. El adulto egoísta da de sí mismo lo esencial solo con el propósito de obtener el máximo rendimiento, su anhelo es dar lo menos posible para obtener el máximo.
Luego pasamos a una nueva etapa cuando comenzamos a mirar el mundo que nos rodea, empezamos a sensibilizarnos por otros y a ser altruistas, colaboramos con el prójimo, nuestras metas dejan de ser personales para volverse inclusivas, buscamos el bien común, comprendemos que somos parte de un todo y el bienestar de cualquiera de las partes se traduce en un bienestar común.
Nuestra felicidad y sentimientos de realización tienen que ver con nuestra comunidad, nuestro país y aquello que hacemos por el bien común nos trae satisfacción.
Por último pasamos a un estado de consciencia aun más elevada que es la consciencia planetaria o universal donde la conservación de nuestro planeta, de la especie, cobran dimensiones de importancia, es allí cuando nos sentimos integrados con todo y con todos, con el universo entero y con Dios dentro de nosotros, nos sentimos alineados y nos fundimos en una experiencia global.
¿En qué estado te encuentras tú?
Estos estados de consciencia nada tienen que ver con nuestra edad, incluso en el día a día o en nuestra experiencia habitual conservamos partes de estas etapas en nuestra cotidianeidad y en distintos aspectos de nuestra conducta.
Pero ninguno de estos estados tienen que ver con el mundo que vemos, no tienen absolutamente nada que ver con nuestra edad cronológica, tienen más bien que ver con nuestra percepción del mundo, tienen que ver directamente contigo. Tienen únicamente que ver con el estado de tu consciencia.
Según el estado de consciencia en que te encuentres, así será el mundo que estés percibiendo y por lo tanto ese será el prisma a través del cual tus relaciones, tu trabajo, el amor y el dinero se manifestarán en tu vida.
Cuando amplias tu estado de consciencia, dejas de estar necesitado, estas sintonizado con crear en vez de recibir y por lo tanto todo te llega, el amor, la prosperidad, tu propósito y sobre todo la paz se materializa en tu experiencia cotidiana, entonces te fundes en tu verdadero ser y lo posees todo.
Te amo
Jocelyne Ramniceanu
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3 comentarios en «Los estados del ser.»
No se li les ha pasado, pero yo con 36 años y todavpia me siento como disperso entre estas diferentes etapas. Seguiré trabajando fuerte hasta mi iluminación. Gracias, los amo.
Lo siento…perdóname…Gracias…por tan clara manera de expresar este recorrido por la vida…haciéndonos conscientes ,de la etapa en la cual estamos y por las que transitamos en un momento dado…TE AMO…solo por SER y ESTAR…lo siento…gracias…te amo.
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Muy lindo el mensaje , seguro que asi es la vida, donde cada dia debemos ser mejor mejor y mejor , tengo fe de que siguiendo un camino correcto todo lo bueno llegaraa nuestras vidas, y que cada dia nos trae un aprendizaje mas