Muchas veces le restamos importancia a las decisiones que tomamos y no tenemos la menor idea que estas pueden hacer que nuestra vida tome un enfoque del cual luego nos arrepintamos.
Las decisiones le dan sentido y dirección a nuestra vida, sin ellas no tendríamos ni rumbo ni propósito, cada una de ellas van esculpiendo nuestra realidad y nuestra experiencia.
Constantemente estamos decidiendo queramos o no acerca de nuestras necesidades básicas y acerca de circunstancias significativas o no para nuestra vida. No podemos vivir sin tomar decisiones.
Todo lo que nos ocurre es nuestra responsabilidad y si hay algo que podemos cambiar se trata de tomar las decisiones adecuadas.
A veces tomar decisiones nos asusta y creemos que si no las tomamos o dejamos a otro que decida por nosotros, estamos sacándonos un peso de encima y nos resulta incluso mas cómodo delegar, pero hasta esta acción u omisión es una decisión y lo que estamos intentando es evadirnos de la responsabilidad que conlleva, y esto es también una ilusión. No hay manera de evitar ser responsables por todo lo que nos ocurre. Podemos creer que no lo somos y echarles la culpa a otros, sentirnos víctimas de las circunstancias, podemos creer que son coincidencias o mala suerte, pero todo lo que sucede viene de las decisiones conscientes o inconscientes que tomamos.
Entonces para conocer nuestro poder tenemos que responsabilizarnos por todo lo que decidimos y admitir para nuestros adentros que muchas veces nos hemos equivocado. Nunca sabemos lo que es correcto para nosotros. Solo actuamos guiados por nuestras creencias y expectativas.
Somos responsables por enfermarnos, deprimirnos, lastimarnos o ser lastimados, disfrutar de nuestros logros, alegrarnos etc. Nadie nos puede ni entristecer ni hacernos daño. Podemos decidir invitar a otros a hacerlo o hacérnoslo nosotros mismos pero todas han sido nuestras decisiones.
Casi todas las decisiones las tomamos a un nivel subconsciente y andamos en automático y dormidos pero igual debemos responsabilizarnos. A veces nos sentimos aturdidos cuando creemos que tenemos muchas decisiones que tomar pero es porque no sabemos o no queremos soltar.
La única sabia decisión que podemos tomar no es delegar en otro, no es creer que lo sabemos todo, no es buscar en nuestro historial o en nuestras experiencias pasadas, es humildemente preguntarnos aceptando que no sabemos nada y dejándonos guiar por aquella parte que hay en cada uno de nosotros donde se encuentran todas las respuestas.
La única decisión valiente que tomamos es aquella en la cual reconocemos que no sabemos nada y prestamos atención. Soltar es la mejor decisión. Soltar no es no hacerme responsable, es simplemente reconocer que no tengo todas las respuestas y escuchar dentro de mí, prestar atención, esperar y permitir sin la premura de tener que decidir.
Es confiar que todo lo que necesito está en mi interior.
Te amo
Jocelyne Ramniceanu
Artículos relacionados: La paz es tu elección, tú decides y La indecisión
¡¡¡¡Acompáñame en Gotitas, mi nuevo boletín!!!!
8 comentarios en «La mejor decisión»
Me encantó el artículo!!!, mil gracias,abrazos del alma
Muchas veces la mejor decisión que tomamos es la que nos dicta el alma y el corazón, pero hay algunas que debemos tomar con conciencia. Es muy cierto lo que dice este artículo… siempre nos ayudas a reflexionar, gracias y éxitos.
Decisiones y Responsabilidad… Magnifico!!! Gracias, Te amo,
Evelyn
Bueno Jocy… como siempre, te amo…
a veces nos adelantamos y no nos damos el tiempo para pensar……
porque llevamos una vida a la caerrera!!!!!!!!!!!!!!
A VECES NOS ADELANTAMOS Y NO TOMAMOS EL TIMEPO NECESARIO
PARA PENSAR………PORQUE LLVAMOS UNA VIDA A LA CARRERA!!!!!!!!
Simpre es dificil tomar una decisión, sobre todo cuando esta a su vez está bañada con malos recuerdos y memorias del inconciente, lo mejor que podemos hacer antes de tomar cualquier decisión es tener en cuenta que cualquiera que sea el resultado era lo mejor que nos pudiese haber ocurrido. Gracias por esas gotas que nos refrescan la vida.
buenisimo muchas gracias.cada compartir nos ayuda a seguir creciendo.